Dos amigos de la infancia y un objetivo compartido; la supervivencia de los bares con más historia de la ciudad. Esta fue la voluntad de Enric Rebordosa y Lito Baldovinos cuando por allá 2014 decidieron apostar por La Confiteria, un local modernista de 1912 convertido hoy en una coctelería clásica. Después de este, han venido muchos más, revalorizando así el patrimonio histórico de Barcelona en unos años de pérdida de identidad y autenticidad. Divertirse creando bares, cada uno con su concepto único, y relanzar los establecimientos emblemáticos de la ciudad. Esta es la filosofía de Grup Confiteria.